Confinados en la MAISON DES ENFANTS


Sobanet – Guinée Conakry

– Producción autónoma para sobrevivir. Esa es la vía que hemos adoptado en nuestro orfanato de Sobanet, desde que el covid19, nos confinó en el corazón de esta aldea de Africa del oeste, al borde del océano, al grupo gestor y animador de la institución educativa MAISON DES ENFANTS.

– Esta institución nació y se desarrolló como orfanato en su inicio, fundado y animado por su fundador Riccardo Piccaluga, criado en un orfanato de Brescia después de la segunda guerra mundial, que consiguió erigirse en alto industrial hasta su jubilación. Fue entonces, hace dieciocho años, cuando decidió, en una acción solidaria por la buena suerte de su destino vital, invertir gran parte de su fortuna, junto a su esposa Daniela Pisotti, en la construcción de la Maison des Enfants.

– En 2015, Riccardo y Daniela, entrados en edad avanzada y con salud precaria, donaron y cedieron el testigo de la gestión y animación de esta obra a la Compañía de Jésus, concretamente a los Jesuítas de la Provincia de África Occidental (AOC), que comprende trece países de esta zona de África de habla francesa, más Guinea Bissau (de habla portuguesa) y Guinea Ecuatorial (hispano-parlante).

– La inmensa generosidad de los fundadores, que gestionaron y animaron durante doce años este complejo educativo, que ha ido creciendo y creciendo a medida que pasan los años, adoptaron la fórmula de todo gratuito a sus beneficiarios: agua y electricidad las 24 horas del día, cuando en esta pequeña y tradicional aldea de pescadores ni había siquiera pozos ni corriente eléctrica; escuela de párvulos y primaria gratis para no sólo los huérfanos de la MAISON DES ENFANTS, también para todos los niños y niñas del distrito de Sobanet inscritos en los centros que iban surgiendo en esta institución escolar; un dispensario, con médico y enfermero, con servicio gratis, incluido los medicamentos; comida gratis para todos los alumnos y alumnas, y un largo etc…

– Y AHORA los Jesuitas, que por nuestra condición de pobres (no riáis por favor, es así en realidad) financiamos nuestras obras sociales y apostólicas con nuestro trabajo, los dones que recibimos de nuestros amigos, amigas y simpatizantes de nuestras actividades solidarias y humanitarias, de las subvenciones que obtenemos de las organizaciones púbicas y privadas, confesionales y no confesionales, no es posible el enfoque de TODO GRATUITO, no es posible, ni es educativo ni aconsejable para el desarrollo personal y social del ser humano (Ignacio de Loyola dixit).

– Y EN FIN, en este momento me diirijo ya concretamente a cada uno de vosotras y vosotros, amigas y amigos, simpatizantes de nuestra obra social de Sobanet, socios y seguidores de la ONG GLOBALMON que tengo el honor de presidir, y a toda persona con sentimientos caritativos, altruistas y humanitarios, pido una colaboración financiera a modo de SOS, lo transmito, porque nos encontramos, yo incluido, por supuesto, por mi responsabilidad de director general de esta obra, en este perímetro semi selvático, sin un duro, sin dinero, así de claro, para dar de comer a las 660 gallinas ponedoras que estamos criando desde hace un mes, con gran esfuerzo, y en el que hemos invertido los pocos dineros que no quedaban cuando el covid19 nos confinó en este rincón aislado e incomunicado.

– Durante tres meses, estas gallinas han de comer, ser cuidadas, vigiladas y calentadas, para estar prestas a producir lo suficiente, junto a los productos del jardín de verduras que estamos montando, para sobrevivir con dignidad y fortaleza este tiempo imprevisible y sufriente. Para conseguirlo, necesitamos 5.000 euros. Con pequeños torrentes se forman inmensos ríos. Vuestra ayuda generosa, la podéis transferir a la cuenta bancaria de GLOBALMON:

CaixaBank · Globalmon ES93 2100 1470 3902 0014 8855

Dios, os lo pagará con creces. Gracias.